Arte y cultura
Cultura que apasiona
Romanos, bárbaros, musulmanes y cristianos han forjado el presente de Extremadura, dejando su impronta en una región que hoy conserva y honra esta herencia.
- Qué hacer
- Cultura que apasiona
Descubre el legado cultural de Extremadura y la riqueza de su patrimonio.
Romanos, bárbaros, musulmanes y cristianos han forjado el presente de Extremadura, dejando su impronta en una región que hoy conserva y honra esta herencia.
La Lusitania romana comprendía gran parte de lo que hoy es Extremadura, así como el centro del actual Portugal. Si bien sus primeros pobladores fueron los Lusitanos, podría decirse que gracias a los romanos, esta región conoció el esplendor y la riqueza del vasto Imperio.
Numerosos son los vestigios de esta civilización que salpican esta tierra y dan fe de un pasado de grandeza. Mérida, entonces Emérita Augusta, declarada patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es sin duda el lugar que mejor conserva su pasado romano. Aquí podrás encontrar,entre otros importantes vestigios romanos, uno de los teatros romanos mejor conservados del mundo y el más antiguo en el que aún hoy se representan obras.
Otra de las huellas palpables de este pasado latino es la Vía de la Plata, antigua ruta de comercio entre Mérida y Astorga. Dos mil años después, aún puedes recorrer los 470km de esta calzada romana, y maravillarte de que siga siendo una de las principales vías de comunicación que vertebran el occidente español.
De su posterior pasado bárbaro y visigótico son ejemplos las murallas de las ciudades de Mérida, Cáceres y Coria.
Por su parte, los musulmanes también enriquecieron el patrimonio cultural de Extremadura. Quinientos años de influencia dejan numerosas muestras que encontrarás en todo el territorio del que fue el Reino de Taifas de Badajoz. Las alcazabas de Mérida y Badajoz son buena prueba de ello, así como la Plaza Alta, el Aljibe de Cáceres o el castillo de Trujillo.
Su pasado cristiano queda marcado, fundamentalmente, por la gran aportación que hace esta región a la empresa americana. Tierra de descubridores como Núñez de Balboa, Francisco de Pizarro o Hernán Cortés, entre otros.
Tres son los lugares que han recibido la distinción de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en Extremadura: el casco antiguo de Cáceres, Mérida y su conjunto romano y el Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe.
No sólo te deslumbrará el patrimonio artístico y arquitectónico de esta región, también lo hará su riqueza paisajística. Adéntrate en sus espacios naturales protegidos y recorre la Reserva Natural Garganta de los Infiernos, el Parque Nacional de Monfragüe (declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO) o cualquiera de sus parques naturales.
Te puede interesar
-
MEIAC, Arte Contemporáneo
La antigua prisión pacense alberga un interesante museo de arte contemporáneo hispanoluso e iberoamericano.
-
Casco antiguo de Cáceres
El casco antiguo de la ciudad de Cáceres alberga un gran legado patrimonial de época renacentista, por sus numerosos palacios, edificios y Concatedral.
-
La Alcazaba, una vista privilegiada
Fue el origen de la ciudad, morada de los reyes de la taifa y la defensa que convirtió a Badajoz en una plaza estratégica para controlar las fronteras a lo largo de la historia.
-
Jerez de los Caballeros
Situada entre encinares y ríos, sus bellos palacios e iglesias se mezclan con el legado de los templarios y la Orden de Santiago.
-
Real Monasterio de Yuste
Que el emperador Carlos V quisiera pasar sus últimos días en él, ha propiciado que se conozca más allá de nuestras fronteras.
-
Museo Romano de Mérida
El Museo Nacional de Arte Romano (MNAR) ofrece al visitante distintas facetas de la vida cotidiana en la provincia de Hispania.
-
Museo de Cáceres
Uno de los atractivos de este museo es que en su interior no sólo podrás realizar un recorrido por el pasado arqueológico de esta ciudad extremeña, sino que también podrás descubrir la obra de artistas contemporáneos, como Picasso, Miró o Tàpies. Incluso descubrir un aljibe subterráneo.
-
Ciudad romana de Cáparra
De origen incierto, la población de Cáparra llegó a ser municipium de Roma con el emperador Vespasiano. Su privilegiada situación en la Vía de la Plata impulsó su crecimiento.